La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta el sistema nervioso de manera crónica y progresiva. La progresión de esta enfermedad tiene un carácter exponencial que se caracteriza por el posible paso de una etapa leve a una más grave de manera abrupta generando que los síntomas aumenten y que las dificultades se vean más marcadas.
Sin embargo, el desarrollo de los síntomas del Parkinson y el efecto de esos síntomas varían de persona en persona, por lo cual, el curso progresivo de esta enfermedad puede variar en función de cada persona.
¿Esto qué quiere decir?
Lo anterior nos revela que, a unas personas puede que se les desarrolle rápidamente la enfermedad de Parkinson junto a sus síntomas y a otras personas puede que les lleve años desarrollar la condición.
¿De qué depende?
Esta diferencia entre personas con respecto al desarrollo o progreso de la enfermedad de Parkinson depende de muchos factores como la estimulación cognitiva que se ha realizado a lo largo de la vida relacionada con la educación, el haber llevado de un estilo de vida saludable, ejercicio y demás factores pueden influir en cómo el Parkinson evoluciona o progresa en cada persona. Entre mejor estilo de vida llevemos mayor vamos a contribuir a generar una mejor reserva cognitiva que nos ayudará a disminuir el impacto de la enfermedad de Parkinson generando que los síntomas no se desarrollen o avancen tan rápidamente como en otros casos.
¿Qué es la reserva cognitiva?
La reserva cognitiva es la capacidad que tiene el cerebro para resistir y compensar el deterioro cerebral que se puede generar por el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. De este modo, una buena reserva cognitiva puede aportar a una mejor calidad de vida y va a ayudar a que el progreso de una enfermedad, en este caso el Parkinson, se mantenga en etapas iniciales por un mayor tiempo.
¿Cómo trabajar en la reserva cognitiva?
Existen diferentes actividades que pueden ayudar a incrementar la reserva cognitiva y, por ende, hacer de alguna manera más eficiente el cerebro. Algunas de estas actividades son:
Leer
Realizar actividad física
Estudiar un idioma
Ejercicios de lógica
Jugar juegos de mesa
Cambiar de rutinas
Por lo anterior, es importante empezar a desarrollar un buen estilo de vida para disminuir el impacto de posibles condiciones futuras que pueden llegar a afectar la vida que hemos llevado hasta ese momento.
¡Cuídate desde ya y empieza a fortalecer tu reserva cognitiva!
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