Diagnóstico de patologías olfativas
En el ámbito de la investigación clínica, el diagnóstico para el sentido del olfato ha cobrado gran relevancia últimamente. Varios estudios demuestran que, en efecto, la patología del olfato es una afección bastante común en la población y de forma particular en adultos mayores, alterando de manera significativa la calidad de vida de estas personas. Asimismo, se han asociado estas afecciones con posibles manifestaciones tempranas de algunas enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer y Parkinson.
Pero, ¿porqué evaluar el olfato?
A nivel evolutivo, el sentido del olfato es uno de los más primitivos y nos permite interactuar con el medio externo. Este sentido es sumamente determinante para la supervivencia, ya que tiene la capacidad de reconocer, relacionar, recordar y prevenir diferentes tipos de sensaciones y experiencias ligadas a actividades básicas y diarias. La carencia del sentido del olfato se convierte en un riesgo para la seguridad de nuestras vidas; gracias a éste, por ejemplo, podemos reconocer una fuga de gas o humo. A pesar de esto, el olfato no es evaluado de forma constante en la práctica clínica, ya que se considera inútil o poco relevante. "Sin embargo, existe evidencia clínica de que la presencia de hiposmia o anosmia precede con mucha frecuencia, incluso por décadas, la aparición de enfermedades neurodegenerativas paradigmáticas como la enfermedad de Parkinson y Alzheimer" (Miranda C., M. y Pérez J., C., 2006, p. 120).
Causas asociadas al trastorno del olfato
Drogas y medicamentos.
Endocrinas (síndrome de Cushing, hipotiroidismo, insuficiencia adrenocortical).
Por sustancias industriales (polvo, metales, volátiles): acetona, benzeno, cromo, solventes de pinturas, tricloroetileno, especias.
Enfermedades nasales (rinitis alérgica, sinusitis, poliposis nasal, rinitis atrófica, pérdida olfatoria).
Tumorales (intracraneales o intranasales)
Enfermedades neurológicas (Alzheimer, Parkinson).
Psiquiátricas.
Nutricionales y metabólicas.
(Tabla retomada de Carrillo V., B. et al., 2017, p. 354).
¿Cómo evaluar el olfato para un posible diagnóstico de EP?
Según Miranda C., M. y Pérez J. (2006) la importancia de evaluar el olfato radica en que aparece una pérdida neuronal precoz en las vías olfatorias del bulbo olfatorio y núcleos olfatorios bulbares en el paciente, mucho antes que los síntomas motores relacionados a la pérdida dopaminérgica. Por lo cual, los síntomas de la pérdida olfatoria se pueden notar con anterioridad a través de diferentes instrumentos de medida y evaluación.
Existen tres tipos de exámenes para evaluar las afecciones del olfato:
1. Exámenes psicofísicos;
2. Exámenes electrofisiológicos;
3. Exámenes psicofisiológicos.
Los más empleados en la práctica clínica son los exámenes psicofísicos o los tests de identificación, por su facilidad de ejecución y costos. Entre estos, se destacan, por un lado, el UPSIT (Test de investigación del olfato de la Universidad de Pennsylvania), el cual evalúa 40 fragancias y se utiliza principalmente en Estados Unidos y Europa y por otro lado, el Sniffin Stick Test, de Hummel (Alemania), el cual evalúa 12 olores comunes; para este test concretamente, se considera alarmante reconocer menos de 10 olores.
En conclusión, se resalta que este tipo de instrumentos se convierte en una estrategia crucial para un posible diagnóstico de EP, ya que los resultados obtenidos a partir de estos exámenes le permite al clínico diferenciar entre cuadros parkinsonianos primarios o secundarios de otras afecciones neurodegenerativas o endocrinas que podría padecer el paciente.
Referencias:
Carrillo V., B. et al. (2017). Diagnóstico en la patología del olfato: Revisión de la literatura. Revista de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. (77): 351-360.
Miranda C., M. y Pérez J., C. (2006). ¿Porqué evaluar el olfato? y ¿cómo evaluarlo? Implicaciones en el diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson: Aplicación de un práctico test en población adulta sana y con síntomas parkinsonianos. Revista Médica Clínica Las Condes: Fundación Parkinson-Alzheimer.
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