En la enfermedad de Parkinson se pueden generar complicaciones neuropsiquiátricas como depresión, apatía, ansiedad e irritabilidad. Por ende, es necesario un trabajo multidisciplinar en el tratamiento del Parkinson. El psicólogo puede apoyar para que el paciente se adapte a los cambios cotidianos y a la sintomatología a través de diferentes estrategias de aceptación, flexibilidad e inteligencia emocional. En este apartado contamos por qué es importante mencionar la inteligencia emocional en el tratamiento del paciente.
Como lo mencionan Salovey y Mayer (1990), el concepto de inteligencia emocional se define como “una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual.” (p. 01). Lo anterior implica un reconocimiento de aquellas sensaciones que aparecen ante los estímulos internos y del ambiente, que modulan el comportamiento del individuo y sus procesos cognitivos, afectando así las conductas y consecuencias de las mismas. De igual forma, diferentes autores como Martín (2018), hacen hincapié en la capacidad de una gestión consciente de las emociones teniendo en cuenta tanto las experiencias como los procesos mentales y emocionales del sujeto mediante la consideración de las diferentes variables y ámbitos (personal, familiar, social, profesional), que puedan llegar a afectar el estado anímico y mental del ser humano. Salovey y Mayer (1990), plantearon que esta competencia emocional está compuesta por las siguientes cinco partes: Estos elementos permiten reconocer las características o partes que conforman la inteligencia emocional.
a) Reconocer las propias emociones, b) saber manejar las propias emociones, c) utilizar el potencial existente, d) saber ponerse en el lugar de los demás y e) crear relaciones sociales o facilidad de establecer relaciones interpersonales. (Ortega, s,f. p 124)
Es importante mencionar las características específicas de cada una de las competencias mencionadas por Salovey y Mayer, con el fin de organizarlas: En primera instancia, sobre el reconocimiento de las propias emociones, los autores mencionan que la competencia hace referencia a la capacidad de reconocer un sentimiento, con el fin de realizar una introvisión psicológica y así, llegar a la comprensión de uno mismo. Lo anterior da como resultado el desarrollo de una habilidad orientada a optimizar la vida. La segunda competencia, la capacidad de controlar las emociones, hace referencia a la capacidad de controlar los sentimientos y las conductas que surgen de estas emociones, siendo conscientes de los mismo. Sobre la capacidad de motivarse uno mismo o utilizar el potencial existente, los autores mencionan que el control (capacidad de demorar la gratificación y sofocar la impulsividad) de la vida emocional dirigido hacia un objetivo, resulta vital para mantener la atención, la motivación y la creatividad. Estos tres primeros elementos componen la llamada inteligencia emocional intrapersonal.
En cuanto al reconocimiento de las emociones ajenas, es importante resaltar el papel de la empatía para asentar la conciencia emocional de uno mismo, y de los otros, con el fin de sintonizar las señales sociales. Finalmente, sobre el control de las relaciones y la facilidad de establecer relaciones interpersonales, se menciona que es buena medida, la habilidad para relacionarnos adecuadamente con las emociones ajenas concretan las aptitudes necesarias para el liderazgo y eficacia interpersonal. Estos dos elementos son los que componen la inteligencia interpersonal. La inteligencia emocional se puede trabajar a partir de diferentes actividades y ejercicios los cuales otorgan un apoyo indispensable para la autoaceptación y conciencia de las emociones que surgen día a día. Por ultimo La siguiente técnica la puedes usar para controlar las emociones.
Repiración Diafragmática: La respiración diafragmática o abdominal lo ayuda a respirar usando el diafragma. Este es un músculo grande que cumple una función importante en la respiración. Está ubicado debajo de los pulmones. Siga los siguientes pasos como lo explica el apartado Patient Educatión de Fairview:
Siéntese en una silla cómoda o acuéstese boca arriba con una almohada debajo de la cabeza. Asegúrese de que la espalda esté apoyada.
Coloque una de las manos sobre el pecho y la otra sobre el abdomen.
Inhale lentamente por la nariz. Cuente hasta dos. A medida que inhale, el abdomen debe empujar la mano. El pecho debe permanecer quieto.
Expulse el aire lentamente con los labios juntos (casi cerrados). Cuente hasta cuatro. A medida que expulsa el aire, debe sentir que el estómago se hunde.
Observe que al inhalar cuenta hasta dos y que cuando expulsa el aire cuenta hasta cuatro. Esto lo ayuda a mantener su respiración lenta y pareja.
Practique esta técnica de respiración durante 5 a 10 minutos al principio. Trate de hacerlo de dos a cuatro veces al día. Luego aumente la cantidad de tiempo y la frecuencia.
Para más infomación dirigete al siguiente link: https://www.fairview.org/patient-education/82452
Referencia
Ortega, Z. s,f. Instrumentos neuropsicológicos para la evaluación de la inteligencia emocional. En: Lobo, P. (2016). Procesos y programas de neuropsicología educativa.
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